¡Qué calor!
¡se me derriten las neuronas!
¡¡ OJO porque puede ser cierto
!!
Cuando hace tanto calor la actividad disminuye,
lo hacemos todo más lento y nos cansamos enseguida... por lo menos
yo.
¿Es sólo una sensación o nuestro cerebro piensa más despacio?
¡Qué calor en la
ciudad, qué calor, qué calor!
Es imposible de
aguantar... decía la recordada
canción “Calor”, de “Palito” Ortega hace largo tiempo.
Destacaba además, “la
ropa llega a molestar”, “el viento no quiere soplar” o “las calles llegan a
quemar”,
frases que se
repiten con la llegada de cada verano.
Lo único que les puedo decir es que éste es un verano para ser pacientes
Lo único que les puedo decir es que éste es un verano para ser pacientes
y llevar la
botellita de agua a todos lados.
Besos en las
mejillas Marga.
"Más que mil palabras inútiles, vale una sola que
otorgue paz."
Buda
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