La maternidad es una decisión voluntaria y personal.
El estado debe garantizar que todas las mujeres que deseen
ser madres,
puedan serlo en condiciones adecuadas, así como las mujeres
que deseen interrumpir un embarazo no deseado, lo hagan de forma
libre,
segura y dentro del sistema sanitario.
Es el reconocimiento de las mujeres para decidir sobre
nuestras vidas,
nuestros cuerpos y sobre la
maternidad.
El estado debe garantizar y fomentar
una buena educación sexual... si así fuera nadie estaría
hablando de interrumpir un embarazo.
Besos en las mejillas, Marga.
Eres el río, deja de aferrarte
a las piedras y sigue.
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