Cuando preguntaron al abad Antonio si el camino
del sacrificio conducía al cielo, respondió:
- Existen dos caminos de sacrificio.
-El primero es el del hombre que mortifica la carne y hace penitencia porque piensa que estamos condenados.
-El hombre que sigue este camino se siente culpable y se juzga indigno de vivir feliz.
-“El segundo camino es el que recorre aquél que, aun sabiendo que el mundo no es perfecto como deseamos, reza, hace penitencia, ofrece su tiempo y su trabajo para mejorar lo que lo rodea.
Entiende que la palabra sacrificio viene de sacro oficio, el oficio sagrado.
En este caso, la Presencia Divina le ayuda todo el tiempo,
y él consigue resultados en el cielo”.
"Yo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas".
Alejandra Pizarnik
La frase de Alejandra Pizarnik es fabulosa. La mí también debería tener alas.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por seguir.
:)
Comparto lo que dice Andri sobre la frase.
ResponderEliminarEl relato... para pensar.