Nadie cambia realmente
porque se lo pidan...
No aceptar a las personas
tal como son,
lo veo como un síntoma de
egoísmo..., o sea EGO dictador,
que nos hace pensar sólo en
nuestras necesidades,
motivaciones y deseos, por
lo que reclamamos un cambio en el otro.
Creo que siempre hay que
comunicar y compartir,
deseos y pedir lo que nos
falta,
explicar que es lo que nos
puede solucionar la situación
y ayudar al otr@ a
comprenderlas para que pueda ponerlas en práctica con auténtico convencimiento y
entendimiento de la situación que vivimos,
pero si después de muchos
intentos,
conversaciones y
oportunidades no se resuelve el problema y no cambia aquello que nos
duele, afecta o molesta,
sólo veo dos salidas:
una, es aceptar la
resignación de la distancia...,
continuar con la relación,
pero sin volver a reprochar,
reclamar o exigir un cambio
que ha quedado claro que no se logrará.
Si no cambia la historia,
mejor tomar distancia...
sin tener que hacer
renuncias a la propia identidad de SER.
¿Duro y difícil?
Sí, ciertamente, pero, no
creo que queden más salidas.
Sea la que sea la que se
adopte, siempre ayudará a experimentar,
vivir, madurar y crecer
como SERES libres... pasando una experiencia humana.
No olvides que lo material
se encuentra en cada instante
de nuestra vida, pero no te
llena de felicidad al saber que compras el cariño...,
el desprecio y arrogancia te
llevan a perder las ilusiones.
El amor es un sentimiento
que se gana y se cultiva.
Rescatar el romanticismo es
saber luchar con grandeza
y comprender que el amor
vence a la adversidad, por muy difícil que parezca, transformando todo en cosas
que pueden concretarse...y renueva las ilusiones.
Besos en cada mejilla
Marga.
¿Qué es la vida? Un
frenesí.
¿Qué es la vida? Una
ilusión, una sombra, una ficción;
y el mayor bien es
pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.Pedro
Calderón de la Barca
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