Conseguir que
te respeten es un derecho y hay que hacerlo valer.
Una persona
respetada se siente a gusto y cómoda con los que se
relaciona.
Tus opiniones
son importantes y las decís sin miedo a la crítica ni al rechazo.
SER capaz de
defenderse cuando identificas que te atacan,
porque tu
dignidad es más importante que evitar un conflicto
con alguien
que se está pasando de la raya.
Una persona
que se respeta vive en equilibrio,
con su
tiempo,
sus
obligaciones,
su trabajo y
su ocio.
Besos en las
mejillas Marga.
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