Tarde o temprano, a todos nos llegan las malas rachas:
el estrés, las pérdidas
importantes, los fracasos, los golpes de la vida,...
No podemos evitar que
suceda,
pero sí podemos decidir
cómo vamos actuar.
La fortaleza hace referencia
a la capacidad para afrontar la adversidad y superarla sin dejar que nos
supere.
Una forma de hacerlo
consiste en cambiar nuestro modo de pensar acerca de la adversidad y nuestro
modo de relacionarnos con ella.
Un rey fue hasta su jardín y
descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se
moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo
halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no
podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no
podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una
planta, una fresia floreciendo y más fresca que nunca.
El rey
preguntó:
¿Cómo es que creces
saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
La fresia respondió:
No lo
sé...
Quizás sea porque siempre
supe que cuando me plantaste, querías fresias.
En aquel momento me
dije:
“Intentaré ser Fresia de la
mejor manera que pueda”.
Esta corta historia nos
ayuda a valorar nuestra esencia, sin pretender ser algo que en realidad no somos
y no lamentarnos por no ser lo que no estamos siendo.
Busquemos ser auténticos sin
ser una copia de otr@.
Estamos dotados de talentos
propios y nuestra responsabilidad es desarrollarlos para dar lo mejor de nuestro
SER.
Besos y abrazos Marga con
amor.
"Cuando
las olas se han aquietado y el agua está en calma, entonces se refleja la luz y
se puede vislumbrar el fondo."
Swani
Vivekanada
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